Eco-hotel resalta lo mejor del trabajo de la mujer mejicana

letrero Hotel Taselotzin

No es inusual en los hoteles mejicanos encontrar mujeres indígenas limpiando baños y cocinando comidas. El Hotel Taselotzin, localizado en la escénica Sierra Oriental no es la excepción, pero también se encuentran mujeres locales llevando la contabilidad, como gerentes, encargadas del mercadeo y cuidando su huerto orgánico para su propio proyecto de eco-turismo, aclamado internacionalmente.

Más de 200 mujeres Nahua de seis comunidades diferentes en el estado mejicano de Puebla están involucradas con la cooperativa que se llama Masehual Siuamej Mosenyolchicauani – palabras Nahautl que significan “Mujeres Indígenas que Trabajan Unidas“.

Además de manejar el hotel, el grupo maneja una tienda de productos de salud, un invernadero para plantas medicinales, un tienda de artesanías y talleres donde ellas producen papel reciclado y productos biodegradables para la limpieza.

“La organización ha servido bien a las mujeres al darnos un lugar en la familia, en la organización y en la comunidad,” dice Rufina Villa Hernández, una de los ocho mujeres que componen el grupo principal de directores.

Durante las desastrosas inundaciones en la región, en 1999, que destruyeron los caminos de acceso por meses, se hizo más aparente la importacia del trabajo de las mujeres al lograr la securidad alimentaria local sostenible. Ahora, con el colapso de los precios del café en una región que depende de su cultivo, los ingresos del hotel y las ventas de los productos del grupo ha permitido que muchas familias no tengan que emigrar hacia las ciudades o a los Estados Unidos en busca de trabajo.

“Los hombres en la comunidad se están dando cuenta que la organización es algo serio y que estamos ayudando la familia,” dice Hernández.

habitaciones del Hotel Taselotzin

El Hotel Taselotzin presenta un diseño y función ecológicos resultantes tanto de la herencia indígena de las mujeres como del conocimiento que ellas han obtenido a través de la cooperación con grupos similares de mujeres en todo el país. El proyecto de reforestación del hotel, los eco-tours, el sistema de captura de agua de lluvia y el ‘composting’ empezaron a través de talleres dados por una organización llamada Comaletzin.

Fundada en 1987, Comaletzin busca fortalecer el movimiento de mujeres rurales desde una perspectiva ecológica y de género. Numerosas organizaciones de base de todo México han participado en los talleres de Comaletzin sobre agricultura sostenible, medicina alternativa, saludreproductiva y violencia doméstica. También reciben entrenamiento sobre organización, liderazgo, contabilidad, ‘marketing’ y administración.

“Elegimos trabajar con mujeres rurales debido a su condición y posició, son las más marginalizadas. Ellas cargan con más trabajo del que les correspondería, tienen poco acceso a los servicios y recursos y son subvalorizadas,” dice Andrea García de la Rosa, coordinadora nacional de Comaletzin. “Hemos aprendido de las mujeres y hombres rurales a valorizar y conectarnos con los recursos naturales de una manera activa y respetuosa.”


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