Astillas Verdes – Introducción
La Madera Rameal Fragmentada (MRF o Astillas Verdes) sirve para la recuperación de suelos que han perdido su fertilidad, mantenerla en suelos fértiles, renovar la pedofauna y flora (que son los encargados de mantener el equilibrio forestal).
Observando los bosques naturales, notamos que no hay necesidad de abonarlos (y no muestran deficiencias minerales) pero siempre mantienen la misma biomasa. Igualmente, no hay problemas de plagas, malezas ni de enfermedades, aún cuando hay insectos, hongos y otros pero que no crean desequilibrios. Tambien, resisten períodos prolongados de sequía y los suelos se mantienen húmedos, frescos en todo momento.
Luego de eliminar los árboles, todo el equilibrio se pierde y los suelos hay que abandonarlos luego de 2-5 años de explotación agrícola. Es aquí precisamente en donde es útil la MRF para recuperar el equilibrio del suelo.
Y, ¿Qué es la MRF?
La Madera Rameal Fragmentada o MRF consiste en ramitas con diámetro menor de 7 cm, de especies arbóreas latifoliadas; estas ramas se aplican en las capas superficiales del suelo luego de ser fragmentadas (picadas) de forma que, luego de rotura de la corteza, permita la entrada de hongos de “pudriciones blancas” que son los que iniciarán la humificación; esta humificación es el proceso que permitirá recuperar y mantener la estructura (y la fertilidad) del suelo.
Las maderas rameales fragmentadas (MRF) actúan como agradantes (en oposición a degradantes). Tienen la capacidad de empezar el proceso de pedogénesis. La pedogénesis es la creación de suelo. Es el proceso dinámico de creación del humus.
Hay que entender que las MRF no son un abono, más bien son todo lo contrario de lo que es un compost. La idea es crear un suelo de bosque: en realidad el proceso de compostaje nunca se realiza de manera espontánea en un bosque. El procesamiento de la materia orgánica en un bosque se hace de una forma totalmente distinta. En un compost son las bacterias las que juegan el papel más importante (proceso de mineralización), por el contrario, en el bosque, como en las MRF, son los hongos los que juegan el papel más importante (proceso de humificación). En un bosque, la materia orgánica no se pone en pilas y el suelo del bosque no sube a temperaturas de 80 grados como puede ocurrir en una pila de compost. Más bien, la mayoría de los que utilizan MRF hablan de desperdicio de energía, si ponen a compostar las MRF. Sin embargo, a algunos que utilizan MRF les gusta hacer un pre-compostaje de las MRF a baja temperatura (40 grados) y por un periodo corto de 3 meses, con el fin de inocular microorganismos y de acelerar el proceso en el primer año.
En las demás páginas, se explica detalladamente los mecanismos y el uso apropiado de esta revolucionaria técnica.
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