Anécdotas VII

El conejo de Marcano

Esta historia tiene varias versiones dependiendo quien la cuente, pero es básicamente lo siguiente:

Marcano, sabiendo que muchos de sus estudiantes universitarios venían del interior del país a la capital y eran de escasos recursos y con dificultad para conseguir alimentos, les aconsejaba que hagan lo siguiente:

Vayan al mercado donde los marchantes limpian constantemente los vegetales, especialmente las cabezas de repollo y lechuga, quitándoles las hojas externas mas feas para que se vean bien y también descartan otros vegetales machucados y feos pero con partes aún comestibles.

Hablen con ellos y díganles que están recogiendo hojas para alimentar un conejo que tienen en la casa. Así pueden conseguir vegetales que después de lavados son adecuados para consumir.

En una ocasión un estudiante que estaba “cosechando” de esta forma se topa con otro estudiante también buscando vegetales. Al verse, el primero le pregunta al segundo “¿son para el conejo de Marcano?” el segundo dice “si”, se sonríen y siguen en sus tareas de recolección.


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