Las Reservas de Biosfera
- ¿Qué es una Reserva de Biosfera?
- El origen de las Reservas de Biósfera
- ¿Por qué las necesitamos?
- ¿Cómo están organizadas?
- ¿Quién se beneficia?
- ¿Cómo son seleccionadas?
- ¿Quiénes participan?
- ¿Por qué una Red Mundial?
- Reserva de la Biosfera en RD: Jaragua-Bahoruco-Enriquillo (enlace a Grupo Jaragua)
El origen de las Reservas de Biósfera
Las Reservas de Biosfera están concebidas para aportar elementos de respuesta a uno de los retos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad: ¿Cómo conservar la diversidad de plantas, animales y microorganismos que constituyen la parte viviente de nuestra “biosfera” y mantener sistemas naturales saludables al mismo tiempo que se satisfacen las necesidades materiales y aspiraciones de un número creciente de personas? ¿Cómo conciliar la conservación de los recursos naturales con su uso sostenible?
El origen de las Reservas de Biosfera se remonta a la “Conferencia de la Biosfera” organizada por la UNESCO en 1968, la primera conferencia intergubernamental para buscar reconciliar la conservación y el uso de los recursos naturales, anticipando así la noción actual de desarrollo sostenible. Las primeras bases del concepto de Reserva de Biosfera derivan de esta conferencia. El objetivo era establecer zonas terrestres y costeras representativos de los principales ecosistemas del planeta en los cuales se pudiera proteger los recursos genéticos, y donde se pudiera realizar las investigaciones, al igual que otros trabajos de observación, estudios y entrenamiento, sobre los ecosistemas para un programa recomendado por la Conferencia. Este Programa “Hombre y la Biosfera” (MAB, por sus siglas en inglés – “Man and Biosphere“) fue oficialmente iniciado por la UNESCO en 1970. Uno de los proyectos del MAB consistía en establecer una red mundial coordinada de nuevas áreas protegidas que serían designadas como “Reservas de Biosfera”, en referencia al programa mismo.
Así que, desde el inicio, la preocupación primaria de este proyecto del MAB era esencialmente científico, con las zonas designadas constituidas por ecosistemas representativos y con la meta de lograr una cobertura biogeográfica del mundo lo más completa posible, permitiendo la conservación de la biodiversidad de manera más sistemática que anteriormente. Al mismo tiempo, las Reservas de Biosfera no son solamente áreas protegidas. Su objetivo de conservación se logra mejor si se apoya, por un lado, sobre las actividades de investigación, monitoreo y formación, y por otra parte, sobre la cooperación y los intereses de las poblaciones locales involucradas.
En 1992, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro (Brasil), llevó estos temas a la atención de los altos responsables políticos del mundo. El Programa “Agenda 21” y las Convenciones sobre la Diversidad Biológica, el Cambio Climático y la Desertificación, que fueron adoptados, muestran el camino hacia lo que ahora se denomina desarrollo sostenible y que toma en cuenta la salvaguardia del ambiente y la preservación del capital natural de manera que aseguren una mayor equidad social, incluyendo el respeto de las comunidades rurales y su conocimiento acumulado a través del tiempo. La comunidad internacional necesita ejemplos concretos que ilustren las ideas originadas en la Conferencia de Río. Tales ejemplos solamente pueden funcionar si expresan las ncesidades sociales, culturales, espirituales y económicas de la sociedad y se fundamentan sobre bases científicas sólidas.
En 1995, la Conferencia Internacional sobre Reservas de Biosfera, celebrada en Sevilla (España), confirmó que las Reservas de Biosfera ofrecen tales ejemplos. De esta manera, las Reservas de Biosfera tienen un nuevo rol que jugar a nivel mundial. Ellas no deben ser solamente un medio para que las personas que viven y trabajan en ellas y en sus alrededores alcancen una relación en equilibrio con el mundo natural; ellas también deben explorar las vías que permitan satisfacer de una manera sostenible las necesidades esenciales de la sociedad.
En la actualidad, el MAB tiene 30 años de experiencia en casi 100 países, probando y demostrando vías hacia un desarrollo sostenible.
¿Por qué necesitamos Reservas de Biósfera?
Para conservar la diversidad biológica. Las presiones humanas sobre los recursos de tierra y agua están reduciendo considerablemente la diversidad de genes, especies vegetales y animales, ecosistemas y paisajes del planeta. Esto amenaza el bienestar humano, ya que la biodiversidad es la fuente potencial de alimentos, fibras, medicamentos y de materias primas para la industria y la construcción. Constituye una riqueza irremplazable para la investigación, la educación y la recreación para toda la humanidad. Las áreas centrales y las zonas de amortiguamiento de las Reservas de Biosfera sirven como santuarios para salvaguardar muestras de la biodiversidad de las principales regiones biogeográficas del mundo, y como referencia y sitios de estudio para ayudar a mejorar nuestros conocimientos sobre la biodiversidad.
Para mantener ecosistemas en buen estado. Las Reservas de Biosfera, que pueden representar grandes áreas terrestres y acuáticas, contribuyen significativamente al mantenimiento de los sistemas de apoyo a la vida y que sirven para evitar la erosión del suelo y mantener su fertilidad, regular el flujo de los ríos, recargar los acuíferos, reciclar los nutrientes y absorber los contaminantes del aire y del agua.
Para comprender mejor los sistemas naturales y cómo están cambiando. Es posible realizar investigaciones sobre la estructura y la dinámica de los sistemas naturales mínimamente perturbados en las áreas centrales de las Reservas de Biosfera, y comparar con el funcionamiento de paisajes afectados por la actividad humana en las áreas de amortiguamiento y de transición. Tales estudios, cuando se realizan a largo plazo, muestran cómo estos sistemas pueden cambiar en el tiempo. El establecimiento de parcelas similares de monitoreo a largo tiempo, y la armonización de métodos y mediciones permiten comparar resultados regional y mundialmente. La información así obtenida nos permite comprender mejor los cambios ambientales globales.
Para aprender sobre las formas tradicionales de uso de la tierra. En muchas partes del mundo, las poblaciones han desarrollado, al correr del tiempo, prácticas ingeniosas de uso de la tierra que no agotan los recursos naturales y cuyo conocimiento puede ser de gran valor para los sistemas modernos de producción. Las Reservas de Biosfera son zonas donde tales poblaciones pueden mantener sus tradiciones al tiempo que mejoran su bienestar económico a través del uso de tecnologías apropiadas tanto cultural como ambientalmente. Además, tales sistemas tradicionales son altamente útiles para conservar antiguas razas animales y variedades vegetals que constituyen un reservorio inestimable de genes para la agricultura moderna.
Para compartir los conocimientos sobre cómo gestionar los recursos naturales de una manera sostenible. Investigar para encontrar prácticas de uso de la tierra que mejores el bienestar humano, sin degradar el ambiente, es un objetivo primordial de las Reservas de Biosfera. Las lecciones aprendidas son difundidas a través de acciones de formación y de demostración en el terreno. Entonces, ellas pueden aplicarse en el área de transición y fuera de ella. Funcionarios gubernamentales, científicos nacionales y extranjeros, visitantes, lo mismo que los líderes comunitarios locales, pueden todos beneficiarse de la experiencia adquirida. Así las Reservas de Biosfera sirven para compartir conocimiento y habilidades en los ámbitos locales, nacionales e internacionales.
Para cooperar en la solución de problemas relativos a los recursos naturales. Un obstáculo importante para reconciliar el ambiente con el desarrollo es la estructura sectorial de nuestras instituciones. Las Reservas de Biosfera constituyen unos lugares donde pueden debatirse los conflictos de intereses por parte de todos los grupos interesados: funcionarios locales, propietarios de terrenos, asociaciones de conservación de la naturaleza, responsables gubernamentales, científicos, agricultores locales, pescadores, empresas privadas, etc. – todos deben trabajar juntos para encontrar los mecanismos apropiados de coordinación para planificar y gestionar la Reserva de Biosfera. Por lo tanto, las Reservas de Biosfera proveen oportunidades para la solución de conflictos que pudieran aplicarse en otros temas de desarrollo de tierras y aguas.
¿Cómo están organizadas las Reservas de Biosfera?
Para realizar sus funciones complementarias de conservación de la naturaleza y uso de los recursos naturales, las Reservas de Biosfera se organizan en tres zonas interrelacionadas: conocidas como el área central, la zona de amortiguamiento y el área de transición.
- El área central o núcleo necesita estar legalmente establecido y dar una protección a largo plazo a los paisajes, ecosistemas y especies que abarca. Debe ser lo suficientemente grande para cumplir con estos objetivos de conservación. Ya que la naturaleza rara vez es uniforme y existen restricciones históricos en el uso de la tierra en muchas partes del mundo, es posible que hayan varios núcleos en una sola Reserva de Biosfera para asegurar un buena representación del mosaico de sistemas ecológicos. Normalmente, en el núcleo no se realiza actividad humana alguna, excepto actividades de investigación y seguimiento y, en ciertos casos, actividades de recolección tradicional por parte de las comunidades locales.
- Una zona de amortiguamiento (o zonas) que esté claramente delineada y que rodee o sea contigua al núcleo. Las actividades que se organicen aquí no deben entorpecer los objetivos de conservación del núcleo sino más bien ayudar a protegerlo, de aquí la idea de “amortiguar” (función “tampón”) . Puede ser un área para investigaciones experimentales para, por ejemplo, descubir maneras de gestionar la vegetación natural, terrenos agrícolas, bosques, pesquerías, con miras a mejorar la producción de alta calidad al tiempo que se conservan, lo más que se pueda, los procesos naturales y la biodiversidad, incluyendo los recursos de suelo. Igualmente, es posible realizar experimentos en la zona de amortiguamiento que exploren cómo rehabilitar las áreas degradadas. En esta zona pueden existir facilidades educativas, para entrenamiento, turísticas y recreativas.
- Un área exterior de transición, o área de cooperación que se extiende hacia el exterior de la Reserva de Biosfera, en la cual puede haber actividades agrícolas diversas, asentamientos humanos y otros usos. Es aquí donde las poblaciones locales, agencias de conservación, los científicos, las asociaciones civiles, los grupos culturales, las empresas privadas y otros interesados deben laborar conjuntamente para gestionar y desarrollar sosteniblemente los recursos de la región para beneficio de las personas que viven en lugar. Teniendo en cuenta el rol que las Reservas de Biosfera deben jugar en la promoción de la gestión sostenible de los recursos naturales de la región donde se encuentran situadas, el área de transición es de gran significado económico y social para el desarrollo regional.
Esta zonificación es aplicada de muchas maneras diferentes en el mundo real para adecuarse a las condiciones geográficas, los contextos socio-culturales, las medidas de protección legal y las limitaciones locales. Esta flexibilidad puede usarse creativamente y es una de los puntos más fuertes del concepto de Reserva de Biosfera.
Algunos países han emitido leyes específicas para el establecimiento de sus Reservas de Biosfera. Sin embargo, en muchos casos, se aprovecha la existencia de áreas ya protegidas bajo las leyes nacionales vigentes para establecer las Reservas de Biosfera.
También puede variar los arreglos de propiedad. En la mayoría de los casos, las áreas centrales de las Reservas de Biosfera son terrenos estatales, pero también pueden ser de propiedad privada o pertenecer a organizaciones no gubernamentales. En muchos, casos, la zona de amortiguamiento es de propiedad comunitaria o privada, y éste es generalmente el caso en el área de transición.