Las Reservas de Biosfera


¿Quién se beneficia de las Reservas de Biósfera?

Las comunidades locales. Estas varían desde comunidades indígenas hasta sociedades rurales, incluyendo los propietarios de segundas viviendas. Estas comunidades pueden obtener diversos tipos de beneficios potenciales, tales como protección de los recursos básicos de tierra y agua, una base económica más estable y más diversificada, empleos adicionales, mayor poder de decisión en materia de uso de la tierra, reducción de los conflictos con las administraciones de las áreas protegidas y grupos de intereses, la posibilidad de mantener sus tradiciones y modos de vida, y un ambiente más sano para ellas y sus descendientes.

Los agricultores, los forestales y los pescadores. Las Reservas de Biósfera ofrecen las posibilidades de proyectos de entrenamiento y demostración sobre usos alternativos de la tierra y sobre estrategias de gestión que aseguren el mantenimiento de valores naturales, tales como fertilidad del suelo y calidad del agua, y que permiten el mejor uso posible de los recursos humanos y financieros disponibles.

Los científicos. Las Reservas de Biósfera promueven las investigaciones, por ejemplo sobre los procesos ecológicos o sobre la diversidad biológica. Ellas son áreas que ofrecen una creciente base de datos sobre la cual elaborar nuevas hipótesis y experimentos. Además, las Reservas de Biósfera ofrecen una seguridad a largo plazo para establecer parcelas permanentes y actividades de seguimiento, lo que permite identificar tendencias a mayor plazo más allá de las fluctuaciones constatadas en un corto plazo, como aquellas causadas por cambios en el clima, etc. Las Reservas de Biósfera se prestan igualmente para investigaciones interdisciplinarias y estudios comparativos de seguimiento, y para el intercambio de información. Así, ellas pueden favorecer la mobilización de fondos nacionales o internacionales para la investigación.

Los tomadores de decisiones y las agencias gubernamentales. Las Reservas de Biósfera les suministran mejores informaciones sobre los recursos naturales y capacidades técnicas e institucionales mejoradas para la gestión de recursos naturales de una manera sostenible. Ayuda a procurar un mayor apoyo público de la conservación de la naturaleza mostrando beneficios prácticos. Sirven como ejemplos funcionales para explorar como gestionar sosteniblemente los recursos naturales en los ámbitos locales y regionales, y qué mecanismos institucionales y legales se necesitan. De esta manera, las Reservas de Biósfera constituyen unas herramientas para permitir que los países cumplan mejor sus obligaciones con convenciones internacionales, tales como las Convenciones para la Diversidad Biológica y sobre la Desertificación, y con el Programa Agenda 21.

La comunidad internacional. Gracias a sus actividades de educación y de comunicación, las Reservas de Bisofera permiten mostrar a la opinión pública y a la comunidad internacional ciertas maneras prácticas para resolver los conflictos en el uso de la tierra y para asegurar la protección de la diversidad biológica. Ellas ofrecen oportunidades para la educación, la recreación y el turismo, y ayudan a crear una corriente de solidaridad a escala mundial a favor de una gestión sostenible de la biósfera.

¿Cómo se seleccionan las Reservas de Biósfera?

Las Reservas de Biósfera cubren la gran variedad de áreas naturales de la biósfera, desde las altas montañas hasta las llanuras fuertemente afectadas por la acción humana, desde las regiones costeras e insulares hasta los grandes bosques continentales, desde los desiertos tropicales hasta la tundra de las regiones polares.

Para calificar para la designación de Reserva de Biósfera, normalmente un área debería:

  • ser representativa de una gran región biogeográfica, incluyendo una serie graduada de intervenciones humanas en estos sistemas;
  • abarcar paisajes, ecosistemas o especies animales y vegetales, o variedades que necesitan ser conservadas;
  • ofrecer una oportunidad para explorar y demostrar modos de desarrollo sostenible en la región donde ellas se localizan;
  • ser de un tamaño apropiado para cumplir con las tres funciones de las Reservas de Biósfera mencionadas anteriormente;
  • tener un sistema apropiado de zonificación, con un núcleo (o núcleos) legalmente constituído, dedicado para la protección a largo plazo; una o más zonas de amortiguamiento claramente identificadas y un área de transición rodeando el conjunto.

Las disposiciones tomadas en el plano institucional deben garantizar el involucramiento y la participación de toda una gama de autoridades públicas, comunidades locales e intereses privados, en la planificación y la gestión de la Reserva de Biósfera. En el caso de grandes áreas naturales que traspasan fronteras nacionales, se le pide a los países que cooperen para establecer y gestionar conjuntamente Reservas de Biósfera transfronterizas.

Los Comités MAB nacionales o puntos focales son los responsables de preparar las nominaciones para Reservas de Biósfera y de asegurar el concurso de las agencias gubernamentales, las instituciones relevantes y las autoridades locales para preparar la nominación. Cada nominación es examinada por un Comité Consultivo de la UNESCO, el cual formula recomendaciones al Consejo Internacional de Coordinación del Programa MAB. Este Consejo toma una decisión sobre las nominaciones para la designación y el Director General de la UNESCO notifica al Estado interesado de la decisión.

Una vez designadas, se recomienda a las autoridades apropiadas que hagan conocer sus Reservas de Biósfera, por ejemplo con una placa conmemorativa y la distribución de material informativo indicando el estatus especial de estos sitios.

¿Quiénes participan?

En el ámbito local, las Reservas de Biósfera son lugares de encuentro de numerosos científicos, funcionarios locales, representantes de diversas instituciones nacionales y los habitantes locales.

En el ámbito nacional, las Reservas de Biósfera deben integrarse en los planes nacionales para implementar la Convención sobre la Diversidad Biológica, reuniendo las instituciones que intervienen en la conservación de la naturaleza y en el uso sostenible de los recursos naturales.

En el ámbito internacional, muchas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales están asociadas al funcionamiento de la Red Mundial y a la aplicación del concepto sobre el terreno. Así, muchos proyectos que promueven la conservación y el desarrollo apropiado en las Reservas de Biósfera se benefician del apoyo del Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), de Conservation International (CI) y del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

¿Por qué una Red Mundial?

Aunque las Reservas de Biósfera se encuentran localizadas en contextos geográficos, económicos y culturales muy diversos, ellas tienen el interés común de buscar soluciones concretas para reconciliar la conservación de la biodiversidad con el uso sostenible de los recursos naturales, para beneficio de los habitantes locales.

La Red Mundial favorece los intercambios entre las Reservas de Biósfera – por ejemplo, los resultados de investigaciones o experiencias en la solución de asuntos específicos – y facilita las actividades en común, incluyendo la investigación científico y el monitoreo, la educación ambiental y la formación de especialistas.

La cooperación puede ser en forma de intercambios de material informativo, artículos en el boletín internacional, proyectos conjuntos, arreglos de hermandad, intercambio de personal, organización de visitas o correspondencia por correo o correo electrónico.

La Red Mundial es apoyada por redes regionales o sub-regionales como la de Asia Oriental, o redes temáticas, por ejemplo para estudiar la biodiversidad. Se promueve la creación de nuevas redes similares.

La Red Mundial se rige por un Marco Estatutario, que resultó del trabajo de la Conferencia Internacional sobre Reservas de Biósfera, celebrada en Sevilla (España), en marzo de 1995. Este Marco Estatutario establece las “reglas de juego” de la Red Mundial y prevee una revisión periódica de las Reservas de Biósfera. Las actividades de la Red Mundial se guían por la “Estrategia de Sevilla para las Reservas de Biósfera“, elaboradas también en la Conferencia de Sevilla.

En la actualidad, no todas las Reservas de Biósfera existentes participan plenamente de la Red, y estos documentos guías ayudarán a mejorar su funcionamiento en los próximos años.